Lamina 5/9
Las técnicas de examen de palpación y auscultación se utilizan en la evaluación del sistema cardiovascular, que incluye presión arterial, pulsos periféricos, sonidos cardíacos y perfusión circulatoria.
El ritmo es el patrón de los latidos del corazón y los intervalos entre los latidos. Puede ser regular o irregular.
Los soplos se producen por el flujo sanguíneo turbulento, puede ocurrir en cualquier sitio de auscultación cardíaca. El volumen del flujo sanguíneo, la fuerza de la contracción y el grado de compromiso de la válvula contribuyen a la calidad del soplo.
Se pueden escuchar varios ruidos cardíacos por auscultación. Los primeros dos ruidos cardíacos se producen por el cierre de las válvulas del corazón.
La perfusión circulatoria es el flujo sanguíneo a través de los vasos de un órgano o tejido específico.
Un examen minucioso de las extremidades indicará la calidad de los sistemas arterial y venoso.
El canal alimentario incluye la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso.
La palpación provoca pistas útiles sobre el carácter de la pared abdominal; el tamaño, la condición y la consistencia de los órganos abdominales; la presencia y naturaleza de las masas abdominales; y la presencia, grado y ubicación de cualquier dolor abdominal.
El ritmo es el patrón de los latidos del corazón y los intervalos entre los latidos. Puede ser regular o irregular.
Los soplos se producen por el flujo sanguíneo turbulento, puede ocurrir en cualquier sitio de auscultación cardíaca. El volumen del flujo sanguíneo, la fuerza de la contracción y el grado de compromiso de la válvula contribuyen a la calidad del soplo.
Se pueden escuchar varios ruidos cardíacos por auscultación. Los primeros dos ruidos cardíacos se producen por el cierre de las válvulas del corazón.
La perfusión circulatoria es el flujo sanguíneo a través de los vasos de un órgano o tejido específico.
Un examen minucioso de las extremidades indicará la calidad de los sistemas arterial y venoso.
El canal alimentario incluye la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso.
La palpación provoca pistas útiles sobre el carácter de la pared abdominal; el tamaño, la condición y la consistencia de los órganos abdominales; la presencia y naturaleza de las masas abdominales; y la presencia, grado y ubicación de cualquier dolor abdominal.
